El cólico del
lactante es un síndrome caracterizado por llanto incontrolable, paroxístico,
sin causa identificable, que suele darse a última hora de la tarde, en un
lactante sano entre las dos semanas y los cuatro meses de vida,
independientemente del tipo de lactancia (materna o artificial).
Su incidencia
varía entre el 10-40% de los niños, independientemente del sexo.
Para su diagnóstico el criterio más comúnmente utilizado es el de Wessel "episodios de llanto intenso y vigoroso al menos tres horas al día, tres días a la semana durante al menos tres semanas en un bebé sano y bien alimentado".
Aunque se conoce la evolución favorable del cólico
del lactante, produciéndose su desaparición espontánea sobre los 3-4 meses, la
mayoría de las veces es necesario establecer medidas terapéuticas.
Intervención
farmacológica
-Agentes tensoactivos: dimeticona, reduce la superficie de tensión
de las burbujas del tracto intestinal, permitiendo expulsar el gas con más
facilidad. No existe evidencia que demuestre que es más efectivo que el
placebo.
-Glucosa y sacarosa: alivian el dolor por la liberación de endorfinas,
pero su efecto está relacionado con la concentración de la solución. Es
efectiva a corto plazo (3- 30 minutos).
Intervención dietética
-Supresión de las proteínas vacunas y alérgenos alimentarios (leche,
huevo, frutos secos): es efectivo en un tercio de los niños. Mejora la
sintomatología clínica pero no modifica el ritmo sueño/vigilia.
-Fórmulas anticólico: contienen proteínas séricas parcialmente
hidrolizadas, bajo contenido en lactosa, fructooligosacáridos, ácidos grados de
cadena media y fibra.
-Probióticos: las fórmulas suplementadas con lactobacillus reuteri
producen una reducción en la presentación de cólicos e irritabilidad.
-Infusiones: las infusiones de manzanilla y regaliz pueden mejorar
el cuadro, pero no son adecuadas por su alto contenido en glucosa.
Intervención
conductual
Muchos lactantes se
calman cuando sus padres cambian la forma de responder al llanto.
Posición relajante |
Otras
intervenciones
-Osteopatía vertebral y craneal: los padres que someten a sus hijos
a manipulaciones vertebrales evidencian una mejoría significativa de los
síntomas.
lumbar reducen el número de episodios de llanto.
Referencias
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