domingo, 26 de julio de 2015

Efectos del maltrato infantil

La Organización Mundial de la Salud, considera el maltrato infantil como un problema de salud pública y lo define como “una acción u omisión intencional, contra uno o varios menores, que ocurre antes o después de nacer, lo que altera su bienestar biopsicosocial y que es perpetrado por una persona, institución o sociedad, en razón a su superioridad física, intelectual o ambas.
El maltrato infantil, en la mayoría de los casos, se produce en el contexto familiar. 

Tipos

  1. Físico.
  2. Psicológico.
  3. Abuso sexual.
  4. Negligencia.

Consecuencias

  • Aislamiento social, agresividad, problemas de aprendizaje.
  • Disminución de la atención, ansiedad.
  • Trastornos alimentarios.
  • Alteraciones del sueño.
  • Dolores crónicos.
  • Estres postraumático, depresión.
  • Enuresis, conductas sexuales inapropiadas.
  • Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares (obesidad, hipertensión, ictus) y autoinmunes (fibromialgia).
  • Mayor riesgo de suicidio durante la adolescencia.
  • Diversos estudios han demostrado que el maltrato infantil produce cambios neurobiológicos en el córtex prefrontal, la amígdala, el sistema límbico, el cuerpo calloso y en el volumen cerebral y ventricular, alteraciones en la simetría cortical del lóbulo frontal, en el flujo sanguíneo del vermis cerebral y reducción de la densidad neuronal. Además se produce una alteración de las sustancias neurobiológicas (entre ellas el cortisol) en el eje hipotálamo- hipófisis como respuesta a los cambios mencionados anteriormente.
  • La longitud de los telómeros celulares de estos niños es significativamente más corta. La longitud de los telómeros se relaciona con mayor padecimiento de enfermedades crónicas y menor supervivencia.




Referencias

  1. López-Navarrete, G., Perea-Martínez, A. y Loredo-Abdala, A.(2008). Obesidad y maltrato infantil. Un fenómeno bidireccional. Acta Pediatría Mexicana, 29 (6), 342-6.
  2. Manso, J.M.M. (2014). Maltrato infantil: análisis diferencial entre el abandono físico y el emocional. Psicología y Salud, 14 (2), 215-227.
  3. Anda, R.F., Felitti, V.J., Bremmer, J.D., Walker, J.D., Whitfield, C., Perry, B.D., Dube, S.R., Giles, W.H. (2006). The enduring effects of abuse and related adverse experiences in childhood. A convergence of evidence from neurobiology and epidemiology. Psychiatry clinical Neuroscience, 256, 174-186.
  4. Fundación ANAR (2006). Doce años de violencia a menores (1994-2005), Madrid.
  5. Afifi, T.O., Enns, M.W., Cox, B.J., De Graaf, R., Ten Have, M., Sareen, J. (2007). Child abuse and health-related quality of life in adulthood. Journal of  Nervous and  Mental  Disease, 195, 797-804.
  6. Scott, K.M., Smith, D.R., Ellis, P.M. (2010). Prospectively ascertained child maltreatment and its association with DSM-IV mental disorders in young adults. Archives of General Psychiatry, 67 (7), 712-9.
  7. Gilbert, R., Widom, C.S., Browne, K., Fergusson, D., Webb, E., Janson, S. (2009). Burden and consequences of child maltreatment in high-income countries. Lancet, 373 (9657), 68-81.



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