miércoles, 26 de agosto de 2015

Manejo del reservorio venoso subcutáneo. Complicaciones.

El reservorio venoso subcutáneo es un catéter central de silicona o poliuretano, radio-opaco, cuyo extremo distal se posiciona en la unión de la vena cava superior y la aurícula derecha y su extremo distal se conecta a un dispositivo (reservorio) insertado en un bolsillo subcutáneo.

Correcta localización del reservorio subcutáneo
Generalmente se colocan en el tórax, pero también pueden implantarse en otras partes del cuerpo como el brazo o zona inguinal.

Se puede utilizar en cualquier paciente que necesite la administración repetida de cualquier tipo de medicamento, transfusiones sanguíneas o la extracción de muestras sanguíneas.

El reservorio puede estar implantado durante un largo periodo de tiempo, incluso años. Está preparado para aguantar más de 3.000 pinchazos. Para su punción se ha de utilizar agujas tipo hubber o gripper. Cuando se utiliza para la infusión de medicamentos de forma continuada, la aguja ha de cambiarse cada 7 días.

Es importante el correcto cuidado y mantenimiento del reservorio para su funcionamiento. Cada vez que se utilice, se debe limpiar con suero fisiológico (10 ml) y se sellará con una solución de heparina (en niños utilizar una solución que contenga 1 UI de heparina por ml). Si durante un periodo de tiempo no se usa el reservorio, cada 6- 8 semanas se ha de hacer una limpieza y sellado.


Técnica de punción del port-a-cath


Complicaciones más frecuentes que pueden aparecer durante su uso


  • Dificultad para la extracción sanguínea: Se puede producir porque la punta del catéter esté situada pegada a la pared de la vena o por la formación de una capa fibrina en la punta del cateter. Para solucionar este problema, la enfermera puede colocar al paciente en decúbito supino con la cabeza girada hacia el lado contrario de la posición del reservorio, elevar los miembros inferiores o realizar inspiraciones profundas con el objetivo de modificar la presión torácica. Si aún así, es imposible la extracción, este puede seguir utilizandose para la infusión de líquidos. Si se ha formado una capa de fibrina en la punta del catéter, se puede tratar de eliminar con una solución de heparina mantenida durante media hora y si no es suficiente se puede utilizar un fibrinolitico como la urokinasa bajo prescripción médica.
  • Oclusión parcial del sistema: Puede ser debido a la formación de un trombo o coagulo sanguineo o por la precipación de fármacos en el interior del catéter. Para prevenirlo, se ha de realizar lavados del catéter con suero fisiológico entre las infusiones de medicación y sellar correctamente el reservorio tras su uso.

Referencias

  1. Galán MJ, Del Pino M, Reina V. Terapia intravenosa: Port- A- Cath. Boletín de Enfermería de Atención Primaria 2005; 3 (2); 1- 12.
  2. Carrero MC. Accesos vasculares, implantanción y cuidados enfermeros. Avances de Enfermería. Madrid. 2002, 105.
  3. Chocarro L, Venturini C. Procedimiento y Cuidados en enfermería médico quirúrgica. Madrid. Elsevier, 2006.
  4. Rumbao Fernández C, Casanovas Puyol A. Accesos venosos centrales. Bard de España, 2003.


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